Se que no es normal pasar por tantos cambios a tan corta edad, pero así es mi vida (y parece que no me puedo quejar... Como siempre dicen: "siempre hay alguien peor")
Desde que empece mi aventura de la independencia, muchos han sido los problemas a los que he tenido que hacer frente, y bastantes de las decisiones tomadas no han sido las acertadas. Esas decisiones de: "voy a tomarme unas pequeñas vacaciones ahora que se ha terminado el contrato" o "más adelante" siempre me han pasado factura... Desde perder la oportunidad de estudiar a endeudarme con el estado.
He tomado dos decisiones importantes con el corazón, y las dos han fallado. Han fallado hasta el punto de encontrarme en la situación en donde estoy. Pero lo que más me molesta es que he arrastrado conmigo a mi pareja...
Mi pareja es lo que más quiero en este mundo y es la principal causa por la que siempre me levanto y busco soluciones a las situaciones. Poco se queja de mis errores (y es algo que agradezco en el alma)
Esta nueva era empieza como la primera: en mi cuidad y buscando trabajo para poder forjarme un buen futuro mientras mi pareja estudia para mejorar el suyo.
Aparte de aprender de los errores cometidos, debo aprender también a controlar mis "ideas estúpidas", que siempre traen de cabeza a todo el mundo... Unas ideas que, aunque vallan a "buen puerto", no podemos enfrentarnos ahora a ellas.
Se dice que "el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra"... pues yo lo afirmo: tanto la idea de ir a Castellón como la de ir a València (las dos llevadas por las personas que allí nos esperaban y no por los estudios en sí) han sido horrorosas.... Estas dos decisiones me han hecho perder a bastantes seres a los que consideraba importantes en mi vida.
Espero que la decisión que he tomado esta vez para arreglar mi vida sea la acertada, y que mi pareja pueda ya descansar un poco de los dolores de cabeza que le causo para poder ser feliz: estudiar a gusto, comprarse lo que quiera y vivir la vida que se merece (que ya le toca ^3^)
Porque a diferencia de mis decisiones anteriores, esta vez mi decisión está tomada con la cabeza y el corazón: quiero ver a mi amor feliz, y haré por ello lo que haga falta, porque logrando su felicidad podré lograr la mía.
1790 días juntos ya... TK!!
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